Almeja

El nombre de almeja es denominación común de un grupo de moluscos bivalvos de alto interés comercial y de morfología semejante aunque pertenecen a especies diferentes. La superficie de la concha es sustancialmente lisa y de colores variables. Viven enterrados la escasa profundidad en los fondos arenosos del mar, a pesar de que hay especies que viven en aguas dulces. Las almejas pertenecen a especies diferentes de la familia Veneridae.

Como todos los moluscos bivalvos, poseen un cuerpo blando, cubierto con un manto, y protegido por una concha formada por dos valvas equiláteras articuladas entre sí por una estructura característica denominada charneira. Pueden cerrar las valvas voluntariamente mediante unos músculos, denominados ligamentos, que dejan en la cara interior de la concha una marca que sirve para la identificación de la especie. La apertura de las valvas es un acto consecuente a la relajación dieras músculos. La concha es de color variable, desde blanca amarillenta a casi negra, según la especie y las características del medio en el que viven, normalmente con bandas de color más oscura que el resto. Presenta unas estrías, más o menos marcadas, características de cada especie, que se denominan radiales o transversales (desde el vértice al bordo de la concha) y concéntricas o longitudinales, paralelas al bordo. Estas últimas son las estrías de crecimiento, a modo de las sortijas de los árboles.

Las almejas se alimentan por filtración. Toman agua por los sifones, que es filtrada por las branquias para retener el alimento, formado fundamentalmente por algas diatomeas y materia orgánica presente en el sedimento arenoso en el que viven. Este tipo de alimentación por filtración implica que también retengan las bacterias presentes en el agua procedentes de la contaminación marina de origen fecal, coliformes y salmonellas fundamentalmente. La presencia de estos gérmenes en las almejas obliga a su depuración antes de su comercialización y consumo, operación que pretende reducir el nivel de contaminación microbiana a límites seguros.

Este molusco vive enterrado en la arena a unos 5 - 30 cm de la superficie en fondos arenosos o fangosos, en los que excava y se oculta. Soportan temperaturas de 5 a 35 grados centgrados, la baja mar y los cambios de salinidad.

Hay diferentes tipos de almeja, entre los más conocidos en Galicia están los siguientes:

La Almeja Fina (Ruditapes decussatus) es la variedad de mayor valor gastronómico. De concha fina y carne gris aguanta viva fuera del agua mucho más tiempo que otras almejas. Su color suele ser blanco, amarillo o marrón claro, y sus sifones están separados uno del otro. Se cultivan utilizando distintas concentraciones de las microalgas marinas.

La Almeja Babosa (Venerupis senegalensis) normalmente de color gris pálido o crema, con unas bandas tenues de una tonalidad más intensa y unas finas líneas que se dibujan en su concha, paralelas al borde. Los sifones están unidos en toda su longitud, siendo esta característica la que nos permitirá diferenciarla de otras almejas. Tiene una calidad similar a la almeja fina, pero no posee su resistencia fuera del agua.

La Almeja Japónica (Ruditapes philippinarum) tiene sus líneas muy marcadas, mucho más que la almeja fina. El color de su concha varía entre tostado, gris y negro. Su crecimiento es muy rápido, lo que motivó que su cultivo se extendiera a las costas francesas y británicas, para posteriormente ser introducida en España e Italia, donde se cultiva intensivamente.

La Almeja Rubia (Venerupis rhomboides) sus tonalidades rojizas y moradas la diferencian de otras almejas. Sus líneas concéntricas, al igual que sus radios, poseen tonalidades muy dispares, formando unos dibujos característicos en forma de zigzag. Su concha es más lisa y brillante que otras almejas y asemeja estar pulida.